Las cuatro claves de la letalidad del incendio de Navalacruz

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Miguel Rodero


Con perspectiva hoy analizamos las cuatro claves que convirtieron el incendio de un vehículo en una carretera comarcal de Navalacruz, en la mayor catástrofe medioambiental del verano en España. Un incendio forestal que asola la provincia de Ávila desde el pasado sábado y ya ha afectado a más de 20.000 hectáreas.


España el segundo país mediterráneo con más superficie arrasada por el fuego


Según se extrae de los informes anuales emitidos por la organización conservacionista WWF, los grandes incendios forestales han aumentado en España un 20 por ciento en los últimos diez años, datándose una media de 100.000 hectáreas quemadas al año en unos 12.000 incendios. 


Escalofriantes cifras que sitúan a España como el segundo país del Mediterráneo donde arde más extensión cada año.


El 96% de los incendios forestales son causados por el hombre


Ya sea de forma accidental o intencionada, el 96 por ciento de los fuegos están causados por el hombre. Unas cifras que indican que está en nuestras manos reducir la siniestralidad ya sea con un aumento del número de operativos contra incendios -así como dotarles del material adecuado-, un necesario mantenimiento de las superficies vegetales, y acabar con la práctica impunidad de los pirómanos.


La precarización de los dispositivos forestales en Castilla y León


Si consideramos que la prevención y extinción de incendios es una labor esencial, sorprende que organismos como la Junta de Castilla y León considere lo más adecuado combatir el fuego con dotaciones que trabajan en condiciones precarias, temporales y además son insuficientes.


Remitiendonos a los datos ofrecidos por el sindicato CCOO, la media de interinidad del personal propio de la Junta, ronda el 50%, un 76% entre los fijos discontinuos, por no hablar de la situación alegal que viven las cuadrillas de tierra (primera fuerza de coche contra el fuego) donde el servicio esta privatizado mediante licitaciones que rozan la explotación laboral. Por supuesto tal situación se refleja en un sistema de extinción que engorda en época estival, pero que mengua hasta la insustancialidad durante el resto del año, cuando las tareas de limpieza de bosques o mantenimiento de cortafuegos serían la primera medida de contención para los incendios veraniegos.


La situación de la provincia de Ávila era, y es, una bomba de relojería


Era diciembre del 2020 cuando la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Ávila no alcanzaban un acuerdo para renovar el convenio entre ambas instituciones para la prestación de los Servicios de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento, ya que cabe destacar que el servicio de Bomberos profesional que asiste a la totalidad de la provincia es el que se despliega desde la cabeza de provincia.


Por aquel entonces el Ayuntamiento abulense citó que era inviable mantener esta situación ya que apuntaban que en 2019 se destinó a intervenciones en la provincia el 46,99% de los recursos de su parque, y la Diputación se comprometió a dar “mayor celeridad” al proyecto, comprometido por el presidente en su toma de posesión, de crear una red provincial de Parques Comarcales de Bomberos para dar servicio a los municipios y así no depender de Ávila capital.


Tras varios encontronazos en enero del 2021 el presidente de la Diputación de Ávila, Carlos García, firmaba el convenio con el Ayuntamiento de la capital abulense para la prestación de Servicios de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento durante el periodo 2021-2024. El acuerdo supone que la Diputación de Ávila abonará 700.000 euros anuales al Ayuntamiento durante los ejercicios 2021, 2022 y 2023, mientras que en el de 2024 el importe se reduciría a 400.000 en función del desarrollo del plan de parques comarcales de bomberos que está iniciando la Institución provincial y que supondrá la construcción de cuatro parques en la provincia.


Pero el acuerdo, basado en términos económicos, no solventa hasta al menos el año 2024 las distancias y los tiempos de reacción que se pueden ejecutar para atajar las emergencias.


El incendio de Navalacruz se inició por un coche averiado en una carretera comarcal a más de 50 km de Ávila


Navalacruz se encuentra a 51 kilómetros de la capital, lo que supone que una emergencia para los bomberos pueda ser atajada, como muy pronto, en unos 45 minutos. Una horquilla de tiempo enorme cuando hablamos de un incendio en masa arbolea o forestal, máxime en un día de intenso calor y viento como el que se produjo el pasado sábado. 


Y con esos mimbres, la catástrofe se produjo. 

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